miércoles, 9 de mayo de 2007

Lo que no sirva, que no estorbe.

Me enorgullece ser colombiano porque acá lo tengo todo, acá soy alguien y siempre voy a tener con quien tomarme un vaso con agua. Estoy agradecido con este país porque acá nacieron mis papás, mis hermanos, mis sobrinos, mi esposa y acá va a nacer mi hijo(a).

Fue acá donde conocí a mis amigos.

Fernando Vallejo ya no quiere ser colombiano. Pues muy bueno. Que se vaya y que no vuelva, bien por él. Un escritor mejicano o un escritor colombiano. Da igual.

Que se vaya, pero que se vaya al carajo. Como si allá no hubiera asesinos y/o políticos corruptos. Por allá anda su tocayo, el exministro Botero.

Allá podrá seguir haciéndose la víctima y desparramando ese odio que siente hacia todo.

Fe de erratas anticipada: Fernando Vallejo no odia todo; él ama a los animales. Tan divino.

No tengo ABSOLUTAMENTE NADA en contra de Méjico, me cae muy bien Adal Ramones, oigo a Fobia y le hago barra a su selección en el Mundial. Que quede claro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo que es a mí, me da es vergüenza con lo mejicanos. Eso de que la escoria se les acomode allá, ¡pobres! Bastante jodidos están con la que ellos mismos producen. Aunque, para ser franca, eso de haberse llevado del todo al señor Vallejo es un favor que no tendremos nunca con que pagarles. Y que conste que tampoco tengo nada contra ellos. ¡VIVA MÉJICO CARAJO!